Tic - Tac

6.14.2009

Y así fue

Sí, estabamos tan cerca de perder la cordura, la habíamos llevado hasta el límite. Un minuto más en ése lugar y no podríamos volver atrás. Eramos el único sonido, pero no los únicos. El suave viento que volaba los papeles, la cámara lenta que veían mis ojos, el sillón roto y las pinturas gastadas y un conjunto de cosas que, por alguna razón, no podíamos entender. Los árboles eran lo más colorido que había, verdes como ningúna otra cosa, altos que les hacían cosquillas a las nubes y eran tantos que lo más simple era perderte. ¿Dónde estabamos? perdidos, éso era seguro, en medio de un bosque, con un escritorio y lo que ya mencioné, estabamos tan desconectados con la realidad, que hasta volar parecía ser algo normal. Nos miramos confundidos, obviamente, sin saber a dónde ir; nadie se quería mover, parecía que estabamos en una especie de tabla, en la cual nuestra función era mantener el equilibrio, nadie veía las puntas, pero sabíamos que no estaban muy lejos. Por el viento, no podía ver, tenía la cara con mis rulos tapandome los ojos, no totalmente; pero no faltaba mucho. No estaba tranquila, sentía que la cámara lenta se hacía eterna, que nunca ibamos a salir de ahí, pero que no podíamos quedarnos así por toda la eternidad, algo, nadie sabía qué, tenía que pasar. Y así fue.
Nunca me canso de escuchar su nombre, de escuchar como se derriten por su bastón, o de sus ojos. No me canso de escuchar su voz decir 'everybody lies' o de su mirada confusa cuendo trata de desintoxicarse. No me canso de su lógica, de su curiosidad por resolver acertijos que nadie más puede resolver. De esos finales abiertos que te dejan colgados: ' ¿qué? ¿ya termino? ' . No me canso de ver su pizarrón transparente o de ver su barba sin afeitarse. No, porque soy tan adicta a él como él es adicto al vicodín.
Digo, ¿de quién más podía estar hablando?

Toc-toc ; hay alguien?