A veces, estamos siendo golpeados y no sabemos por qué. Ya sea de manera accidental o por desición propia, no hay nada que puedas hacer.
- La mujer en París se iba a hacer compras, pero se olvidaba del abrigo y regresó a buscarlo, cuando agarraba el abrigo, sonó el teléfono, se detuvo a contestar y habló por un par de minutos. Mientras la mujer hablaba por teléfono, Daisy ensayaba para una presentación en la Ópera de París. Y mientras ensayaba, la mujer que hablaba por teléfono salía a tomar un taxi.
- Un taxista que acababa de dejar un cliente, se detuvo a beber un café. Y todo ésto mientras Daisy ensayaba. Y el taxista que había dejado al cliente y se había detenido por un café recogió a la mujer que iba de compras y había perdido el taxi anterior. El taxista tuvo que detenerse por un hombre que cruzaba la calle, que iba a trabajar cinco minutos más tarde de lo habitual, porque había olvidado ponerse el despertador.
- Mientras ese hombre que llegaba tarde al trabajo cruzaba la calle, Daisy había terminado su ensayo y tomaba un ducha. Mientras Daisy se bañaba y el taxista esperaba delante de una tienda a que la mujer recogiera un paquete que no estaba envuelto aún, porque la chica que se suponía debía hacerlo, había peleado con su novio la noche anterior y se olvidó.
- El paquete fue envuelto y la mujer regresó al taxi que fue bloqueado por un camión de entrega mientras Daisy se vestía.
- El camión de entrega salió y el taxi pudo moverse, mientras Daisy, la última en vestirse, esperaba a una de sus amigas a la que se la había roto un cordón de su zapato.
- Mientras el taxi se detuvo por la luz del semáforo, Daisy y su amiga salían por detrás del teatro.
Si sólo una cosa hubiera ocurrido diferente, si el cordón no se hubiera roto; o el camión de entregas se hubiera movido antes; o el paquete ya hubiera estado envuelto porque la chica no hubiera roto con su novio; o el hombre hubiera puesto el despertador y salido cinco minutos antes; o si el taxista no se hubiera detenido por un café; o si la mujer hubiera recordado el abrigo y hubiera tomado el primer taxi; Daisy y su amiga habrían cruzado la calle, y el taxi hubiera pasado al lado de ellas. Pero siendo la vida como es, una serie de imprevistos incidentes te alcanzan y sin el control de nadie, ese taxi no pasó al lado de ellas, sino que el taxista se distrajo un momento antes y el taxi atropelló a Daisy. y su pierna fue aplastada. Su pierna se había roto en cinco lugares, y con terapia y tiempo volvería a caminar, pero nunca más bailaría.